El Poli NO se cierra

No hay redes en las porterías ni en una de las canastas, las luces sólo se encienden cuando un equipo ha alquilado una pista y no hay agua caliente. Esta es la realidad del Poli desde este invierno.

En invierno, a partir de las 6 ya no era posible jugar debido a la falta de luz, y en el actual contexto de crisis, esto significa quitarle a muchos jóvenes un lugar donde pasar el tiempo en un ambiente sano. Hablamos con conocimiento de causa, ya que en los 80 se vivía una situación parecida y sois muchos los que habéis contado en este blog y en la página de Facebook que el Poli os sacó de la calle, que "a ver dónde estaríamos ahora si no hubiera existido el Poli".

Por eso, un grupo de personas estamos dándole vueltas a cómo conseguir tener un Polideportivo con electricidad, agua caliente e instalaciones dignas. Tenemos muchas ideas, pero antes debemos conocer la realidad, porque no sabemos qué va a pasar con el Polideportivo: ¿lo mantendrán abierto cuando el actual celador se jubile dentro de dos meses? ¿Lo cerrarán? ¿Lo cederán a la asociación de vecinos? ¿Lo mantendrán abierto como se merece, o seguirá como hasta ahora?

Estamos informándonos, pero queremos decirlo ya porque queremos recoger todas las ideas que tengáis, queremos animaros a uniros, a colaborar, ya que esto es algo de TODOS. Lo que tenemos claro es que, sea cual sea la realidad, no vamos a dejar que el Poli se cierre.

El Poli NO se cierra.

Petrovic y Divac: hermanos y enemigos

Por primera vez en este blog, no hablaré de nada ocurrido en el Poli. Quiero compartir con tod+s vosotr+s un documental sobre dos jugadores de baloncesto que formaron parte de nuestra infancia y juventud: Drazen Petrovic y Vlade Divac.

Es una maravilla. Disfrutadlo.

(Cuelgo sólo la primera parte, son seis, las cinco siguientes están AQUÍ )

Triiiiiiple

Ya hemos hablado en este blog de los concursos de triples. Entre otras cosas, decía que:

" Con motivo de una verbena se organizó un concurso de triples, cuyo vencedor fue Miguel el escayolista (o pingüino)... "hazaña" que repetiría dos veces más y que él mismo se encargaba de recordarnos a todos varias veces por semana(...). El Almendro ganó uno o dos concursos, Abel, el del balón medicinal que cuidaba con grasa de caballo, ganó otro (cuyo finalista fue el Pollo, que se le readmitió en el concurso a pesar de haberse quedado dormido y llegar cuando ya había acabado la primera fase; y cuyo speaker fue el ya famoso Luis del Volapié) y un servidor se llevó uno de ellos."

Son recuerdos, pero no sé si me equivoco, y seguro que me falta algún ganador más. Me gustaría que me aportárais más datos, y ver si entre todos podemos hacer un "palmarés" real.

Made in La Asunción

En los 80 y primeros años de los 90, el Poli acogía a veces eventos que poco tenían que ver con los deportes que podían practicarse en sus canchas. Tengo algún recuerdo, no demasiado nítido (yo era muy pequeño), de una carrera de coches teledirigidos que se organizó una noche de verano en la última pista de futbito. Pero no voy ahora a escribir sobre esa noche, voy a recordar un evento que no llegué a comprender en su día y que, ahora, tras el paso de los años, ¡¡entiendo aún menos!!:

Era sábado por la mañana y, en medio de la pista de baloncesto, habían montado un escenario (un tablao). Al rato comenzaron a llegar muchas niñas y niños disfrazados de... bueno, disfrazados. Se sentaron en la pista de baloncesto mirando hacia el escenario, donde un hombre ejercía las funciones de presentador. Por lo visto se trataba de un concurso de playbacks grupales. Tan sólo recuerdo a un grupo de niños (los vencedores) que iban vestidos con bolsas de basura, llevaban cintas en el pelo (¡?) y se prepararon el temazo de los Chanclas, "Contrabando de sandías, y de naranjas podrías...".

Los grupos de niñas y niños representaban a las diferentes barriadas y barrios de la zona. Nosotros, llamados por la "novedad", nos sentamos en los bancos de piedra del Poli, y escuchamos al presentador cómo enumeraba los diferentes barrios representados:

- Torresblancas, Las Palomas (...) y Los Pinos.

Acto seguido, mis amigos que estaban sentados en el banco conmigo comenzaron a gritar

- ¡¡¡Y La Asunción, La Asunción!!!

El presentador se hizo el sueco y comenzaron a cantar los diferentes grupos pero, por supuesto, faltaba el fin de fiesta: cuando el grupo vencedor se bajó del escenario y parecía que todo estaba acabado, el grupo de niños de la Asunción se subió al escenario y se marcaron una bulerías sin playback.

No se me olvidará en la vida a Jesús Flores cantando y Paco Manteca a su lado tocándole las palmas y jaleando.

Verano del 96

Las pistas deportivas conforman el escenario principal del Poli pero, al igual que los grandes festivales musicales disponen de escenarios secundarios, en el Poli hay otros espacios con mucha vida. Uno de ellos es la sala del CD Asunción. No tanto por las reuniones que allí se celebren (porque prácticamente no se celebran) sino, sobre todo, porque allí siempre ha habido un televisor.
En verano, el celador de turno, sintonizaba el evento deportivo correspondiente, y ya sabéis que cada verano hay "algo": Juegos Olímpicos, Campeonatos Mundiales de varias disciplinas deportivas, Campeonatos de Europa, competiciones ciclistas, etcétera.

Entre pachanga y pachanga nos acercábamos a preguntar cómo va el partido, quién ha ganado, qué ha pasado, qué golazo, vaya récord del mundo, qué crack... supongo que este verano, con el mundial de fútbol habrá pasado lo mismo, y pasará a finales de agosto con el mundial de baloncesto en Turquía.

Recuerdo con especial claridad la Eurocopa de fútbol del año 96 celebrada en Inglaterra... y en el cuartito del Poli. Cartuchos de frutos secos en mano, íbamos viendo con especial atención los partidos, sobre todo porque la temporada siguiente se empezaría a aplicar la Ley Bosman*, convirtiendo así a casi todos los jugadores del continente, objeto de deseo de los clubes de la Liga. Era una locura: el Milán había fichado a media Holanda, aunque Seedorf estaba en la saca merengue, el culebrón Karembeu comenzaba a fraguarse y portugueses y checos eran admirados. Estos últimos no eran comunitarios, pero como se ficharían muchos comunitarios, los checos eran unos de los más codiciados para las plazas extracomunitarias. Así que las teorías y cábalas de los espectadores de los partidos en el Poli eran de lo más variado. Aquello era un auténtico think tank del fútbol.

¿De qué se habrá hablado este verano?

*El caso Bosman se falló el 15 de diciembre de 1995. Más información: http://es.wikipedia.org/wiki/Caso_Bosman

Actualización "Jugada Buhigas"

¡! Testimonio enorme el que nos ha dejado el "Buhigas grande" ¡! Ha leído la entrada de "Yo también hice la Jugada Buhigas" y ha contado en primera persona lo que pasó.
Aquí os lo dejo (el comentario original lo tenéis en la entrada vinculada más arriba):

Hola a todos, soy Buhigas grande, pues si señor, eso ocurrio en un partido de Municipales en las pista exteriores del Ruiz Mateos, saque de fondo con tantas ganas de darle el balon a mi compañero "Wily" (el morenito) que no me di cuenta del tablero y casi le hago un agujero por detras, nos quedamos todos alucinados, los albitros no sabian que pitar, etc.., enfin, las cosas que pasan, lo que si puedo deciros es que en el "poli" pasamos una infancia super sana y disfrutando haciendo deporte con un ambiente super sano y todos unidos. Lastima que por motivos de trabajos y familiales no tengamos tiempo de poder jugar como en esa epoca. Tengo anecdotas para escribir un libro. Un saludo muy fuerte para todos mis amigos del "Poli". ATUWOOOOO. o tambien podriamos deci ¡PAN CON MATECA¡ ¡COLORAAA¡.

Grande eres, José Luís ¡! Gracias.

¿Quién es quién? (II)

Cuando Juan el Míster me envió estas fotos hace unos días, no me lo podía creer. Recuerdo perfectamente el día del partido en Icovesa, sobre todo un momento: estaba sentado en el suelo, al lado del Villy, que me confesaba que no había dormido nada ya que la noche anterior se fueron todos al Carnaval de Cádiz. También recuerdo las zapatillas verdes que llevaba... ¡! me encantaban ¡!(Arriba, de izquierda a derecha: Antonio Copi, Paquirri, Juan Pollo, David Benítez, Paco Copi, Barti. Abajo, de izquierda a derecha: Javi Saborido, Migue el Escayolista, Jose, Miguel 23, Villy, Jero, Juan Míster, Alberto Cantos, Ale de la Pita.)


Lo que yo ignoraba era que la noche anterior se habían fotografiado junto con mucha más gente de La Asunción en el Poli antes de partir hacia Cádiz.


En la foto de Icovesa reconozco perfectamente a todo el mundo... incluso a los del equipo rival que aparecen de fondo... ¡Los hermanos Mateos del Garrotevil! (Esas medias...)

En la del Poli reconozco a mucha menos gente... ¿me ayudáis?

Haciéndonos respetar

Primer cuarto: la altura y fortaleza del equipo rival nos apabullaron en los primeros minutos. No las veíamos venir, de fuera no entraban y por dentro ni tirábamos. Tanto es así que, a mediados del segundo cuarto, el equipo rival sacó a los menos habituales para que intentaran colar algún triple. Ese fue su gran error. Tiempo muerto y vamos a ponernos serios. Nos cuesta... llegamos 11 abajo al descanso y en la primera jugada del tercer cuarto nos meten canasta: 13 abajo.

Apretamos en defensa (utilizo el plural de modestia: en los minutos buenos del equipo yo estaba animando desde el banquillo... y piropeando a la pareja arbitral) y en el último cuarto, un tiro libre de José Suárez nos puso por delante en el marcador. Hacía ya varios minutos que ellos volvieron a sacar a los hombres importantes. Les pusimos contra las cuerdas aunque, finalmente, mi aparición en cancha debido al cansancio de Alberto Cantos (quizá el mejor del partido) dio al traste con cualquier esperanza de remontada. Pero nos fuimos a casa sabiendo que en la segunda vuelta venderemos aún más cara nuestra piel.


Notas:
Nunca había jugado con varios de mis compañeros y me sorprendieron gratamente: la defensa de Sandu en el tercer cuarto y el temple de Joaquín fueron vitales para meternos en el partido y remontar.
Suárez sigue como siempre: te mete 20 triples en el calentamiento y en el partido no mete de tres ni pa'trás. El que sí que marcó un triplazo desde la mitad de la cancha fue Alberto Cantos sobre la bocina del primer cuarto.
Faltaron Álvaro Barroso (le echaron cuatro puntos el día anterior... entrenando, David Flores le dio un codazo en la frente. Recupérate pronto, necesitamos otro base mejor que yo ¡!) y Miguel de la Pita.
Mi actuación: Buena en defensa, forzando dos faltas en ataque, reboteando y poniéndole un tapón al Branco. Pésima en ataque: varios balones perdidos y todos los tiros errados (¡Así soy yo!). Aunque, a pesar del rodillazo que me llevé en los winfors y el codazo en la cabeza que me dieron, físicamente acabé mejor de lo que esperaba. De todas formas, mi actuación fue lamentable, máxime cuando este año debo estar a la altura del número 10 que llevo a la espalda y que siempre ha llevado el jugador con mejor juego de pies de La Asunción, Paco Copi... y a ver quién me discute eso ¡!

Frases del Poli

Como muchos ya sabréis, hemos creado una página en Facebook llamada "Yo también he jugado en el Polideportivo de La Asunción". (No os comento nada para que así la visitéis, jeje).

Pero además hemos creado una aplicación que, al entrar en ella, te regala una frase dicha por alguien del Poli. He recopilado estas frases (Gracias Pollo, gracias Juan¡¡¡) y, a día de hoy, la aplicación cuenta ya con 24 frases. Os las dejo aquí para que las disfrutéis:

Tipe, oé¡¡¡ Tira tipe¡¡ Tipe, oé¡¡¡ (Fernando Arcaú)
¡¡¡¡¡ATUWÓ¡¡¡¡¡ (Grito de guerra, sobre todo del equipo de baloncesto)
Aquí está la técnica (El Pescaílla, mientras se señalaba los gemelos)
Vete ya pa Zamacola (Vacilada que te suelta uno de la Asunción cuando te regatea o dribla)
¿Sabéis que hay un equipo de Jerez que se llama El Lingotazo? (El Luiti... antes de enterarse de que ese año nos patrocinaba "El Lingotazo")
¿Tú sabes hacer esto? (Miguel el escayolista, haciendo rodar un balón de basket con un dedo... segundos antes de ser humillado por el mormón a quien preguntaba)
Joder, Castillo, pásala. (Paco Villacampa)
¿Te acuerdas de ese jugador del Xerez: alto, gordito, bajito, con los ojos rizaos? (Luís Marín)
Los carneleeeeeee (Pepe Arana, celador)
¡¡No te cuelgue del aro¡¡ Que ere' mu grande... cuélgate de las canastas grandes, hijo (Rafael, el Ramírez, Paquirri...)
Maggg gggápido¡¡¡ (Manolo, entrenador de futbito)
"Seis por cuatro veintiocho... gano yo¡¡¡" (Antonio Flores jugando al mus)
Esto lo he comprao en Marilyn Monroe (traducido: Leroy Merlin -Rafael EL Poeta-)
Yo conozco a uno que sabe del tema (Miguel Peña).
Tú pa hablá, te calla (Luis Marín)
Pa eso está, pa qui lo ponga (Luis Marín).
El Xerez ha firmao a 200.000 cadetes (Luis Marín).
El Xerez ha fichao de entrenador a José Julián Rubio Moreno (eran dos... -Luis Marín-).
Pashennea (Traducción: Cuando pase el Nea - Luís Marín-)
El Xerez no asciende por lo de los Juegos Ecuestres (Miguel Peña en 2002 -fantástico-)
Al otro equipo hay que darle un poquito de "recibimiento" (Juan Peña)
Ella es linda y maravillosa por detrás (El Pescaílla)
La verdad es que sí (Juan el Míster la dijo unas 200 veces como comentarista en Onda Jerez del partido final de una Liga Local)
Güenos ma ("Menos mal" -El Pescaílla-)
Al Xerez lo que le hace falta es un trescientocampista (Luís Marín).

Liga Local de Baloncesto 09/10

Un año más, la gente de la Asunción* va a participar en la Liga Local de Baloncesto de Jerez. Temporada tras temporada hemos ido participando, sin faltar en ninguna edición; y si además contamos las participaciones en los cada vez más decadentes Juegos Deportivos Municipales, se supera con seguridad los 20 años ininterrumpidos. (Que alguien me corrija y/o matice)

Este año vuelvo a las canchas tras dos temporadas sin pisar una. Me costará bastante, sobre todo entrenando tan sólo un día a la semana (aprovecho para reivindicar la recuperación del martes como segundo día de entrenamiento). Mi espalda tampoco está demasiado sana y, algunos sábados no podré acudir a jugar por motivos laborales. (Ojú... no hemos empezado y ya estoy poniendo excusas...).

Así que, a lo largo de esta temporada os iremos contando las crónicas de los partidos, anécdotas e historia de este equipo.

*He escrito "gente de la Asunción" y no "gente del Poli", porque hay más gente del Poli desperdigada en otros equipos, de los que por supuesto también hablaremos.
Y en nuestro equipo hay savia nueva que no es de La Asunción; pero lo he escrito así porque el equipo en el que juego es el que representa a la barriada.

El más comilón del Poli

Ni el Piraña, ni Juan el Míster, ni Paco Manteca, ni ninguno de los "tragones" oficiales se pueden comparar con... LAS PISTAS DEL POLI.
Se come todo tipo de zapatillas y balones con una voracidad inigualable. Tanto en su versión tradicional (canchas verdes y perímetros rojos) como en su versión actual (completamente roja) devora a una velocidad vertiginosa.
Da igual que la suela sea tipo J'hayber... lo único que logras con eso es alargar unas semanas más la vida de tus "deportes". La pista los acabará gastando: marcas buenas, imitaciones... da exactamente igual.
Esta mañana he vuelto a comprobarlo: he ido a lanzar unos tiros en las canastas y he llevado un balón nuevo, a estrenar. Y aquí tenéis el resultado:


Dos horas botando el balón en la pista y ya ha empezado a comérselo...

La canasta del millón

Uno de los históricos del Poli es, sin duda, Luis del Volapie, Luis Lara o Luis de Pacote, del que ya hemos hablado aquí varias veces. Depende del ámbito en el que te muevas lo conocerás por un nombre distinto. Porque esta joyita surgida de los bajos fondos asuncionistas, lo mismo te imita a Samuel Eto'o en El Pelotazo, que te canta una saeta, que te escribe una crónica del Xerez CD en un diario de tirada estatal. Y encima, años atrás, era el portero titular del equipo de futbito del CD Asunción, desde las categorías inferiores hasta la absoluta. Es nuestro personaje del Poli más mediático (con el permiso de Fernandito Terremoto).

Vamos, que todo lo que toca lo convierte en oro -o en molleja, que de eso sabe un rato-. Quizá, los deportes jugados con las manos eran su punto débil pero, aún así, tuvo su momento de gloria, logrando una hazaña aún no igualada en el barrio:

Antecedentes para situarnos en la historia: Mediados de los 90. La NBA puso de moda la canasta del millón, consistente en regalar 1 millón de dólares a la persona del público que, elegida por sorteo, fuese capaz de encestar desde medio campo. La ACB modificó la idea aumentando la dificultad (y disminuyendo el dinero, claro... 1 millón de pesetas): había que encestar un tiro libre, un triple y una canasta desde medio campo en un minuto.

Momento de gloria: Obviamente, todas las chorradas deportivas no sólo eran comentadas en el Poli sino que, por supuesto, eran también llevadas a la práctica; y esta de la canasta del millón no podía ser menos. Algunos lo conseguimos (sí, yo también ¡!) tras numerosísimos intentos, pero lo que nadie se imaginaba es que Luís del Volapie, con esa mecanismo de lanzamiento tan sui generis, lo lograría... y a la primera... TODO: tiro libre, triple y medio campo. A-lu-ci-nan-te. Vamos que nos vamos.

Andy Warhol dijo una vez que todo el mundo debería tener derecho a 15 minutos de gloria. Luís, por su trabajo, tiene muchos más, pero ese día no necesitó 15, ni siquiera 1. Yo creo que si Warhol hubiera visto aquello, habría afirmado: "El que tiene arte, lo tiene para todo".

Crónica de cualquier noche de verano

Acababa de cenar y ya estaba bajando de nuevo al Poli, para echar unas últimas canastas con las chanclas puestas, para estar un rato con mi padre, en el fresquito de la calle, tomando el aire, escuchando a los más jartibles comiendo pipas, y a los adolescentes arregladitos para salir de fiesta. Yo quería tener su edad, ser protagonista de esas historias.
"No botes el balón, que son casi las once, y eso molesta", me decía mi padre mientras volvía de cerrar la puerta de atrás, la "puerta chica". Para terminar de disuadirme, apagaba los focos y todo se quedaba a oscuras. En ese momento se escuchaban las súplicas de los cuatro gatos que quedaban en las pistas de futbito: ¡¡¡Ofuuuu, eaaaaaa, Paquirriiiii, un poquito más¡¡¡

Yo también hice la "Jugada Buhigas"

No sé cuándo la patentó el Buhigas Grande, pero cada vez que ESO ocurre, alguien de La Asunción murmulla entre dientes... la Jugada Buhigas.

¿En qué consiste?
Partido de baloncesto, saque desde la línea de fondo. Si te colocas justo debajo del tablero para realizar el saque corres el riesgo de estrellar el balón contra el marco del tablero al intentar ponerlo en juego. Si lo estrellas... enhorabuena: además de perder la posesión, acabas de ejecutar la Jugada Buhuigas. Bienvenido al club.

Yo tuve el "placer" de hacerlo jugando con La Asunción durante mi primer año de juveniles, temporada 97-98, en Chipiona:
Saque de fondo, intento pasarle el balón a un compañero situado en la línea de tres en frente del aro... y claro, me puse debajo del tablero, y el balón golpeó en la parte posterior del mismo... Fuera de banda, balón para el equipo chipionero y mirada a medio camino entre "la madre que te parió" y "Jugada Buhigas" del Juan el Míster.

Así que... "Yo también hice la Jugada Buhigas", ¿alguien más se atreve a confesarlo? (Yo conozco a más de uno de los que leen este blog que la han hecho...).
Y si alguien conoce la historia original, el origen de la jugada... ¡¡¡me muero por saberlo¡¡¡

Los Municipales

Si no habéis estado en el Poli, o si no habéis practicado algún deporte, pensaréis que el título de esta entrada hace referencia a los Policías Municipales. Anda ya... los Municipales es la abreviatura de los Juegos Deportivos Municipales.

Cada sábado primaveral me acuerdo de esos sábados de Municipales... Hoy es sábado y es primavera.

Para mí, sin duda, era el mejor momento del año... los fines de semana el Poli habría TODO el sábado, no cerraba a mediodía. En las dos canchas de futbito y en la de baloncesto se sucedían partidos: un partido, luego otro, y otro... y los domingos, hasta las dos de la tarde.

Me despertaba con los gritos de ¡Gol! y los pitidos de los árbitros, desayunaba viendo los partidos desde la ventana de mi cocina, bajaba a verlos in situ, subía a casa a comer, volvía a bajar, de nuevo arriba a merendar y otra vez abajo. El ambiente en el Poli era alucinante: niños y mayores por todos lados... golazos, lesiones, peleas, partidazos...

A mí me gustaban más los partidos de baloncesto, pero cuando no había me quedaba viendo los partidos de futbito... excepto cuando jugaban los equipos de futbito de La Asunción, sobre todo los de la generación de los Juanmi, Bombilla, Agu, Guille, Luís Lara, Rico Chico, Luís Loreto... qué bien tocaban la pelota. A esos intentaba verlos siempre que podía... muchísimas veces he ido al Ruíz-Mateos a verlos jugar. ¡Qué bien me lo pasaba!

Ahora, con las "Ligas Locales" se ha perdido un poco ese ambiente... a baloncesto se juega ahora en pabellones cubiertos, mejores equipados...

Recuerdo que cuando había partido de baloncesto, aprovechaba los tiempos muertos para saltar a la cancha a lanzar unos tiros... ¡cuántas broncas me he llevado por entrar antes de tiempo! Y los "mayores" de La Asunción me decían... "Ya queda menos para que juegues con nosotros".

Voley

Exceptuando el fútbol, la fiebre por otros deportes suele venir acompañada de alguna hazaña en esa disciplina o de la eclosión de una nueva estrella. En los 80, el baloncesto fue un claro ejemplo de ello: Magic Johnson, Larry Bird y la plata olímpica del 84 pusieron de moda el deporte de la canasta en estas tierras siempre dominadas por el fútbol. El reinado de Jordan en los 90 y el boom de Gasol  y compañía son otros dos claros ejemplos de ello.

Por eso fue tan sorprendente que en el Poli, en los 90, un deporte muy secundario, sin grandes hazañas de la selección ni cracks mediáticos*, se extendiera por nuestro poli hasta tal punto que se incluyeron competiciones en varias verbenas. Me refiero al VOLEIBOL.

Era una locura: los viernes por la tarde, los sábados todo el maldito día y los domingos por la mañana nos los pasábamos jugando a voleibol.

Los primeros afectados por esta fiebre fueron los jugadores de baloncesto (había más afinidad que con el fútbol-sala: se jugaba con las manos y lo practica gente alta), pero pronto todo el mundo se unió: los de futbito, mi padre, los mormones...

No sólo era una locura por la cantidad de tiempo que pasábamos jugando, sino por lo patéticos que éramos la mayoría, exceptuando a algunos privilegiados como Jeromo, que era además, el experto en la materia. Cada vez que había alguna jugada dudosa (¡¡Retención¡¡, invasión, toque de red, le ha dado con el pie...) él tenía la última palabra. Digo que es una locura porque la baja calidad general propiciaba que nos pasáramos largos minutos sin ni siquiera poner el balón en movimiento: saques a la red, fuera de los límites, o incluso no llegar ni a tocar la red.

Pero sin duda, y creo que el éxito radicó ahí, la capacidad de mejora, aprendizaje y sobre todo, lo divertido que es ese deporte, fueron los factores clave para tan inmediato y demoledor éxito.

Lo primero que tuvimos que aprender fue a montar la red, y luego, a no "lanzarse" sobre ella ni tocarla demasiado porque volvía a caerse. Buena parte del tiempo de juego se perdía en volver a tensar la red.
Otra cosa que aprendes es a recepcionar adecuadamente, ya que si no lo hacías bien, las muñecas se te hinchaban. Creo que todos y todas que hemos jugado a voleibol en el Poli hemos pasado por esa experiencia.

Algunos, incluso, aprendimos a "trepar" por la puerta para subir al techo cada vez que se "embarcaba" un balón... y a deslizarnos por la farola en plan bombero para bajar.

-Niño, ¿tú no te subirás al techo cuando se embarca una pelota, no? -preguntaba mi madre-.
-¿Yo? Mamá, por favor...

Se me vienen a la mente muchas anécdotas y buenos momentos relacionados con el voleibol... ¿Alguien se anima a contar los suyos?

*Vale, Rafa Pascual era la estrella mundial, pero no era mediático: no se explotó su imagen en España, y casi todos los reconocimientos que recibía eran foráneos.

Uno de cincuenta

Seguro que al leer el título de la entrada, muchos ya sabéis de qué va el tema.
En la mayor época de "esplendor" del Poli se generó tanto movimiento que la gente demandaba hacer, de vez en cuando, eventos más o menos oficiales. Con motivo de una verbena se organizó un concurso de triples, cuyo vencedor fue Miguel el escayolista (o pingüino)... "hazaña" que repetiría dos veces más y que él mismo se encargaba de recordarnos a todos varias veces por semana.

Pero no bastaba con la celebración del concurso de verbena en verbena... así que a finales de año también celebrábamos este concurso. Hubo tantos que los mezclo... lo que sí recuerdo es que el Almendro ganó uno o dos concursos, Abel, el del balón medicinal que cuidaba con grasa de caballo, ganó otro (cuyo finalista fue el Pollo, que se le readmitió en el concurso a pesar de haberse quedado dormido y llegar cuando ya había acabado la primera fase; y cuyo speaker fue el ya famoso Luis del Volapié) y un servidor se llevó uno de ellos.

A los que nunca presenciaron estos concursos, he de decirles que ni por asomo disponíamos de 25 balones. Llegábamos a reunir unos doce o trece, y claro, cada uno muy diferente al resto: nuevos, viejos, lisos, globos, piedras, cambembos, de piel, de plástico... y el de Abel, que pertenecía a una categoría aparte. Cuando ibas por el cuarto banco (eran literalmente "bancos") y te tocaba el balón de Abel... pocos llegaban a tocar aro.

Pero vamos a nuestra historia.
Protagonista: Paco Vargas, alias Paco Villacampa.
Cargo: Entrenador por aquella época del Caja Jerez en categoría juvenil.
Lugar: Polideportivo de La Asunción, concurso de triples.
Fecha: uf... creo que debió ser entre el 94 y el 97
Descripción de los hechos: La primera ronda constaba de dos tandas, que, a 25 lanzamientos por tanda, hacen un total de 50 lanzamientos. Nuestros porcentajes, obviamente, eran ínfimos, pero ese día, Paco rompió todos los registros: metió un lanzamiento de cincuenta intentos. Bueno, metió dos... pero estaba pisando en uno de ellos y se le anuló.

Por todo esto, como bien debeis suponer, el apelativo "Villacampa" no tenía nada que ver con sus aptitudes baloncestísticas. (¡¡Con mucho cariño, Paco¡¡)

Verbena...

El verano jerezano es fuego. Yo siempre le pedía la merienda a mi madre a las 5 de la tarde, para que me dejara bajar al Poli lo antes posible. Pero la norma en casa era bien clara: hasta que la sombra no cubriese al menos la mitad de las pistas, en verano no se baja. Me apoyaba en el marco de la ventana, creyendo que si miraba, la sombra avanzaría más rápidamente. Y menos mal que existía la calle Junta Fomento del Hogar (actualmente Paquera de Jerez), porque sin ese bloque mítico, por la tarde no habría ni una rayita de sombra.

Por el otro lado, por el este, se encuentra el colegio Jesús-María, mi colegio, que apenas proyecta sombra, así que para disfrutar de una mañana de juegos, había que bajar temprano.

Todo esto provocaba que el ambiente comenzara a formarse a partir de las 7 y media de la tarde: pachangas de baloncesto, fútbol, voleibol, mus, o simplemente sentarse al fresquito en los bancos con un cartucho de pipas, escuchando nuestras tonterías o comentando la etapa del Tour, las Olimpiadas, los Mundiales de Atletismo o el partido de la Eurocopa o Mundial correspondiente.

Pero había un evento que reforzaba este ambientazo estival: la Verbena de la Asunción. Era, sin duda, la salsa del verano. Torneos de mus, futbito, baloncesto, voleibol... eran unos días trepidantes en los que participaba muchísima gente. Qué pena que se perdiera y se dejaran de celebrar estos torneos... ¿cuánto tiempo hace que no se celebra?

Ahora os toca a vosotros... hay miles de anécdotas verbeneras... seguro que muchos de vosotros aún guardáis trofeos...

¿Quién es quién?





Qué de recuerdos... pero la historia y el nombre de las personas que salen en estas fotos no los escribiré... quiero que lo hagamos entre todos. ¡A ver quién reconoce a más personas!


Las canastas chicas

Una cancha de baloncesto, dos de futbito, y una de voleibol. Estas son las pistas con las que cuenta el Poli, aunque durante muchísimos años, en la práctica, eran dos de futbito... y dos de baloncesto. La pista de voley albergaba dos canastas de minibasket, una en cada extremo, y esta improvisada cancha, estaba a veces más solicitada que la cancha "verdadera", ya que la altura de las canastas chicas, permitía a adolescentes y adultos a hacer mates... cuando el celador no miraba, claro.

"Niño, vete a las canastas grandes, ¿no ves que te vas a cargar el aro y se te va a caer la canasta encima?".

A más de uno han expulsado del Poli por colgarse del aro. Las canastas de minibasket tenían un peso en la base, pero cedía dependiendo de la fuerza con la que se machacara y del tamaño y peso del matador.

"Niño, no te enganches, no te quedes colgao¡¡".
"No he tocao el aro, Rafael¡¡ (o Paquirri, o Lolo, o Ramírez... es indiferente)".

Las "canastas chicas" eran mis verdaderos relojes de vida, gracias a ellas notaba cómo iba creciendo. Me acuerdo cuándo tenía que subirme al peso de la canasta y saltar hacia delante para ser capaz de colgarme de una de las dos barras de hierro que tenía la canasta a media altura. Recuerdo cuándo toqué el tablero y recuerdo, perfectamente, cuándo toqué el aro por primera vez: estaba en Octavo de Egb, era junio y hacíamos gimnasia en el Poli. Al terminar la clase, cogí carrerilla, salté y casi me quedo enganchado del aro... llegué sobrado, así que por la tarde, estaba deseando llegar al Poli para volver a hacerlo. Pero por la tarde no era capaz de tocarlo, que por la mañana lo lograra se debió a que acababa de hacer bastante ejercicio... pero por la tarde, en frío, no fui capaz. Cuando pasó el verano ya alcanzaba el aro con solvencia y un año más tarde machacaba ya como "los grandes".

Pero antes de eso, recuerdo que también macahaba, machaqué muchas veces... gracias al Buhigas chico. Jesús Buhigas, varios años mayor que yo, no podía machacar, era una bolita (digo era, porque ahora está canijísimo) y se despegaba muy poco del suelo. Yo pesaba muy poco (como ahora), así que lo que hacíamos era una especie de "catapulta infernal", pero en versión basket. Me acercaba corriendo, tomaba impulso, y al saltar, el Buhigas me agarraba de la cintura, me elevaba hasta el aro y.... catapum¡¡¡

Ahí lo dejo, no sin antes lanzar un "concurso": a ver quién es el que más nombres recuerda de tíos que fueron echados del Poli por colgarse del aro... y de gente que se cargó el aro (hablamos de las canastas pequeñas, ¿eh?). ¡¡ Reto lanzado !!

Postdata: Es curioso... comencé escribiendo esta entrada para hablar del voleibol... es lo que pasa en el Poli, se entrecruzan las historias, los deportes, la gente...

Gitaneo

La Feria del Caballo ha sido la responsable del parón quincenal que ha sufrido este blog; pero a su vez, la propia feria me ha proporcionado la idea para escribir esta entrada:
el lunes de feria me encontré con José Suárez, compañero del equipo de baloncesto de La Asunción (este año llamado "Clydent 2000") y ayer sábado me topé con otro compañero, David Flores.
Desde que era chiquitín les llevo viendo ametrallar los aros del Poli jugando pachangas. Dos auténticas máquinas, que, además de su calidad para el deporte que inventó el profesor Naismith, son dos de las personas más tranquilas, serenas y nobles que he conocido. Es realmente difícil escucharles levantar la voz, alterarse e incluso oírles un taco, están hecho de una pasta especial.

José y David son gitanos. Algo que, a estas alturas, a mí no me dice ni fu ni fa, pero, debido a que los blogs pueden ser leídos por cualquier persona del mundo (qué optimista soy, jeje), quiero hablar de la situación de los gitanos en Jerez, en mi barriada y en el Poli:

Jerez, lugar gitano donde los haya, es la ciudad donde probablemente mejor integrado esté el pueblo romaní: la inmensa mayoría de los gitanos jerezanos son gente de clase trabajadora, con sus problemas para llegar a fin de mes como cualquier hijo de vecino. Y, al igual que los gachós (en Jerez, a los payos se les llama así), hay de todo: carniceros, camareros, cocineros, taxistas, médicos, abogados... (sí, han leído bien: médicos y abogados).

Esta integración, por supuesto, se refleja en La Asunción y en el Poli: muchos vecinos míos y amigos del Poli son gitanos, por tanto, no crecí ni me eduqué en los tópicos que se suelen decir sobre ellos. Todo lo contrario, algunos de los "tópicos" que inundaban mi mente acerca de los gitanos eran los siguientes: tienen un altísimo concepto de la familia y del cuidado de la misma, tienen un don natural para el cante y el baile, son muy cariñosos y atentos...

He hablado de David Flores y José Suárez como podía haberlo hecho de otros muchos gitanos del poli... como por ejemplo, los Peña. Los Peña llevan el kiosco del Poli desde hace ya, creo, más de 15 años, pero además de lo alucinante que es la familia de la Chica, han sido esenciales para mantener vivo el Poli: todos los hijos de la Chica han jugado/entrenado en el equipo de futbito de La Asunción, y todos los nietos han pasado su infancia allí, y su adolescencia. Por cierto, David Flores es primo de los Peña.

Podría seguir contando historias gitanas del Poli, pero, por dos razones no lo hago:

1. Hay tiempo para escribirlas todas.
2. ¿Para qué separar las historias de los gitanos? Si estoy diciendo que siempre hemos estado mezclados y nunca hemos mirado eso, sería incoherente que yo aquí me afanara en hacer la separación. Un ejemplo: se le da tan poca importancia a ser gitano o gachó que, realmente, (en Jerez incluso es al contrario: muchos niños gachós se dicen gitanos porque en Jerez, ser gitano es prestigioso) hay muchas personas del Poli cuya genética desconozco.

Si he escrito este post, es por la razón que aludí al principio: quiero que el mundo vea cómo son aquí los gitanos... y cómo son los gachós.

Di frigorífico

Cuando pienso en las cosas que he aprendido en el Poli, la primera, sin duda, que me viene a la cabeza es el respeto a los demás. Hablo del verdadero respeto, porque a veces confundimos el respeto con el miedo. Y de pequeño te crees que tener respeto es estar tieso como un palo, sin hablar, obedeciendo y sin bromear. En el Poli aprendí que las bromas y risas son sanas, divertidas y que el límite se sobrepasa cuando hay intención de herir y de reírte del otro, y no con el otro.
Quizá, si Luís Marín no hubiese aparecido por el poli, me habría costado más entender esto. Pero él y la manera en que los adultos le trataban y nos enseñaban a los niños a tratarle, me enseñaron qué es el respeto y dónde está el límite.

Luís Marín es un hombre cariñoso, alegre, fanático del Xerez y aficionado al baloncesto. Luís tiene el síndrome de Dawn. Cada vez que el Xerez ganaba, se le veía venir por las escaleras de la calle Amor y Sacrificio haciendo gestos y con la cabeza bien alta... cuando perdía, dejaba de ir al poli durante unos cuántos días. Casi siempre venía al poli en vaqueros, y cuando lanzaba unos tiros a canasta, tenía que apretarse bien el cinturón porque los pantalones se le escurrían. Cuando me veía y estaba contento, me cogía la carita y riéndose con sus dos solitarios colmillos decía... "Ayyy... mi niño chiquititoooo...". En el Poli, Luís se lo pasaba genial.

A Luís, a veces, le costaba decir algunas palabras y sus amigos le intentaban enseñar a pronunciarlas mejor. Sin duda, la que más le costaba decir era "frigorífico"; y por ello, algunos niños se reían de él, perdiéndole el respeto. Pero un día, el Paco pensó que eso se tenía que acabar, decidió enseñarle a decir frigorífico a la perfección, y lo consiguió...

Cada vez que un niño con esa media sonrisa guasona, esperando reírse de Luís, le decía "Luís, di frigorífico", este siempre respondía:

- "Nevera"

(Quien ríe el último... ¡qué grande eres, Luís!)

¿Tú sabes hacer esto?

Del Migue, el escayolista, podría contar también mil y una historias (y las contaré, que a nadie le quepa resquicio de duda): su famoso "tricampeonato" en el concurso de triples (famoso, porque no para de repetir que es tricampeón), sus noches veraniegas jugando pachangas taladrando el aro con esos pantalones fluorescentes inspirados en MC Hammer y cantando los resultados con su coletilla "2-0 España¡¡", o aquella fatídica tarde en la que se partió el fémur... y la ambulancia pinchó al salir por la puerta.

De todos esos momentos fui yo testigo, pero esta vez contaré una historia que yo no presencié, y que, cada vez que la escucho, me muero de risa. Precisamente, ayer por la mañana me la ha vuelto a contar Paco Copi, al que me he encontrado en el tren... y de nuevo me he muerto de risa...

Los protagonistas de la historia son Migue y un mormón estadounidense. No sé ni cuándo ocurrió con exactitud ni quiénes estaban presentes, pero tampoco hace falta saber mucho más. Migue, cachondo por naturaleza (a medida que leáis las historias observaréis que la cualidad de "cachondo" es común a la mayoría de los personajes del Poli), se acerca al mormón con un balón de baloncesto en la mano y, haciéndolo girar encima de su dedo índice, le pregunta al americano:

-¿Tú sabes hacer esto?
Me lo imagino diciéndoselo en voz alta y lentamente para que el mormón le "entendiera"... y vaya si le entendió... el chaval cogió el balón y lo hizo girar sobre su dedo índice, pasándoselo al dedo corazón sin que el balón dejara de girar, luego al anular, al meñique, al pulgar... sólo le faltó bajarse las calzonas y hacer girar el balón encima del ciruelo... vamos, que dejó al bueno del Migue a la altura del betún.

Aún cuando se le recuerda esta historia al Migue, muestra una sonrisa que dice... "uf, qué palo me dio".

ATUWÓ - Paco er cojo

La palabra Atuwó no la dijo él, pero él fue quien la convirtió en lo que es: el grito de guerra de los equipos deportivos de La Asunción. No se puede hablar de Atuwó sin hablar de Paco Gaona, Paco er cojo, o simplemente, Paco.
Podéis coger una máquina del tiempo, seleccionar un día desde 1982 hasta la actualidad, viajar al Poli ese día y, probablemente, esté allí el Paco. Él debería escribir este blog, porque conoce todas las historias, y ha protagonizado gran parte de ellas.

Uno de mis primeros recuerdos suyos... es él en vaqueros, la camiseta del Flamengo y una cámara de vídeo tan grande ("un penasho nne cámara" como diría él mismo y Luís Marín) que la cinta de grabación era VHS. Siempre iba (y sigue yendo¡¡) a los partidos de futbito que los chavales de La Asunción jugaban; sobre todo a los de aquellas magníficas generaciones de peloteros con gente como el Rico chico, el Bombilla, Juanmi, Agu, Luis Loreto, Luis del Volapié... bajo la batuta de Paco Manteca y, posteriormente, del "Magg Ggápido". Siempre recogiendo a los chavales y llevándolos para acá y para allá...

Él popularizó Atuwó, pero... ¿quién dijo esa palabra y qué demonios significa? La pronunción Fernando, Fernando el Arcaú (desconozco la etimología de "arcaú"). Este hombre, de la barriada de toda la vida y miembro de Upace, es fanático del Real Madrid, hasta tal punto que los niños, crueles cuando quieren (o mejor dicho, crueles por la educación que han recibido... a muchos siempre nos ha indignado cómo se metían con el pobre de Fernando, o con Juanele, o con Luís Marín... sabemos que muchas veces eran "cosas de chiquillos", pero a veces se pasaban, haciendo oìdos sordos a las reprimendas de los mayores), se metían con el Madrid para que Fernando se picara.

Pues un día... debía ser a principios de los noventa, se encontraron Fernando y Paco en el Volapié, y se estableció la siguiente conversación iniciada por Fernando:

-Shh, atuwó voy a ir al poli.
-¿Cuándo? -inquirió Paco
-Atuwó
-¿Mañana?
-No, atuwó, joé
-¿Pasado mañana?
-No, atuwó
-¿La semana que viene?
-No, atuwó¡¡
-Bueno... pues atuwó vendré a verte

El caso es que nunca supimos qué significaba atuwó, ya que Fernando no fue al Poli durante unos meses...

Paco, tan cachondo como siempre, contó la anécdota, y la palabra, como dijimos al principio de esta entrada, se tomó como grito de guerra de nuestros equipos antes de comenzar un partido, o después de un tiempo muerto...

Sin duda, la persona que ha gritado Atuwó con más decibelios ha sido Jose Copi, del equipo de baloncesto. La gente siempre nos pregunta... "¿qué demonios decís?" Y se creen que Atuwó es "Asunción" en algún extraño dialecto de algún personaje del barrio...

Y esta es una de las grandezas que tiene el Poli: una situación graciosa se convierte en todo un acontecimiento, que une a la gente... ¿los países no buscan siempre un elemento común entre sus habitantes para fomentar el sentimiento de nación? Pues La Asunción tiene un elemento que fomenta la unión de la gente del Poli... ATUWÓ

Ellas

Sí, admitámoslo: el poli siempre ha sido un lugar masculinizado, un reducto para los varones de la zona; pero (siempre hay un "pero") ha tenido sus excepciones femeninas que, esperemos, dejen de ser excepciones y se conviertan en costumbre. Este post, va por ellas.

Aunque, vamos a matizar, no me refiero ni mucho menos a las novias/esposas/ligues de los usuarios masculinos; de esas ya proliferan bastante, yo me refiero a usuarias, deportistas, jugadoras de baloncesto y futbolistas, corredoras y jugadoras de voleibol (por cierto, ¡¡ya no se juega a voleibol¡¡), y también, por supuesto, niñas que van a jugar al escondite, al matar, a la pelota, y a lo que se tercie.

Por lazos familiares me vais a permitir que sean mis hermanas las primeras que nombre. Con ambas y sus amigas y amigos jugaba de pequeño al escondite y al matar cuando los "grandes" ocupaban todas las pistas. Regli, mi hermana mayor, incluso tuvo su época como jugadora de baloncesto, que después desembocaría en varios años como mesa de baloncesto.

Pero, sin duda, cuando pensé en escribir sobre las mujeres del Poli, la primera que se me vino a la mente fue otra jugadora de baloncesto: Maite (La Maite del David). Y se me viene a la cabeza porque siempre me ha apasionado el baloncesto, y ella jugaba a baloncesto. Fue la primera mujer en caerme el estereotipo masculino del deporte: Tendría unos 9 o 10 años como mucho cuando jugué un mano a mano contra ella: Maite me saca varios años de diferencia, era una "mujer", y yo un crío educado en un colegio de monjas, al que le sorprendía ver a una chica jugando a baloncesto. Esa mañana yo llevaba una gorra (Mi madre, cuando apretaba el sol, no me dejaba bajar sin la gorra), por la cual disimulaba mi mirada, que a veces se desviaba hacia una zona de su cuerpo que, en los chicos no se mueve cuando jugamos a baloncesto. Estaba cortado, era algo totalmente nuevo y desconocido para mí. Estaba deseando que acabase el partido. Pero no valen las excusas, me dio una soberana paliza, y sin pisar el acelerador.
...Y eso que jugamos en las canastas pequeñas, mi "terreno".

¿Qué había antes?*

Nació poco después que yo; cuando vine al mundo, el poli se estaba gestando.
Y, como cualquier niño, no pensaba que antes que el Poli, ahí "tenía que haber algo", sino que pensaba que eso siempre estuvo ahí, como que el cielo es azul y el sol sale todos los días.

Fue un día de lluvia, al ver cómo salía el agua por los desagües del Poli y cómo se empezaba a inundar mi calle, cuando mi madre me dijo que "Por unas lluvias así de fuertes se inundaron las casitas".
¿Las casitas? -pregunté-. Mi madre me contó que ahí había varias calles con casas, que se anegaron por unas fuertes lluvias. Muchas de estas familias fueron realojadas en la barriada "La Guita", llamada así porque las viviendas eran tan pequeñas, que los muebles antes de comprarlos había que medirlos con una guita... no vaya a ser que luego no entren por las puertas. Otras familias se quedaron en la misma barriada, o en las barriadas aledañas (recordemos que, sin querer ser chauvinistas, cuando hablamos de las zonas aledañas de la barriada, siempre se han considerado parte de "La Asunción", ya que por ser el primer enclave popular de la zona, se utiliza como lugar de referencia), como es el caso de la familia de Juan Candela, o Juan el Míster. (Que me corrija Juan si me equivoco).

¿Alguien me ayuda a situar el año de las inundaciones y la fecha de creación del Poli?**

*Post retocado a raíz del comentario que se adjunta.
**Duda resuelta a raíz del comentario que se adjunta: Las últimas inundaciones de las casitas tuvieron lugar en 1979, luego se construyó un efímero campo de fútbol, y en 1982 nació el poli.

Prólogo: Declaración de intenciones

Aunque en la cabecera del blog creo que la intención de este espacio queda bastante definida,vamos a establecer una declaración de intenciones a fondo:

-La finalidad de recrear todas estas historias y personajes es doble: por un lado, dejarlas plasmadas para que no caigan en el olvido (ni las historias ni las personas), y por otro, que las nuevas generaciones conozcan y valoren lo importante que es gozar de un espacio público en el barrio, donde a los niños se les deja ser niños.

-Como efecto colateral esperamos que este blog una a las personas y sirva de lugar de reencuentro... Qué bonito sería que alguien que pasó por allí y ahora viva fuera, se tope con este ciber Poli y volvamos a reencontrarnos.

-Este blog nace, principalmente, para ser compartido, ampliado, mejorado, completado por todas aquellas personas que hayan pasado por el Poli y tengan algo que contar, que matizar, o alguien a quien recordar.

-Todas las entradas están sujetas a cambios, modificaciones y comentarios. Queremos reconstruir todas esas historias que cientos de personas tenemos en la cabeza, por eso, cualquier interesado puede solicitar ser autor del blog.