Made in La Asunción

En los 80 y primeros años de los 90, el Poli acogía a veces eventos que poco tenían que ver con los deportes que podían practicarse en sus canchas. Tengo algún recuerdo, no demasiado nítido (yo era muy pequeño), de una carrera de coches teledirigidos que se organizó una noche de verano en la última pista de futbito. Pero no voy ahora a escribir sobre esa noche, voy a recordar un evento que no llegué a comprender en su día y que, ahora, tras el paso de los años, ¡¡entiendo aún menos!!:

Era sábado por la mañana y, en medio de la pista de baloncesto, habían montado un escenario (un tablao). Al rato comenzaron a llegar muchas niñas y niños disfrazados de... bueno, disfrazados. Se sentaron en la pista de baloncesto mirando hacia el escenario, donde un hombre ejercía las funciones de presentador. Por lo visto se trataba de un concurso de playbacks grupales. Tan sólo recuerdo a un grupo de niños (los vencedores) que iban vestidos con bolsas de basura, llevaban cintas en el pelo (¡?) y se prepararon el temazo de los Chanclas, "Contrabando de sandías, y de naranjas podrías...".

Los grupos de niñas y niños representaban a las diferentes barriadas y barrios de la zona. Nosotros, llamados por la "novedad", nos sentamos en los bancos de piedra del Poli, y escuchamos al presentador cómo enumeraba los diferentes barrios representados:

- Torresblancas, Las Palomas (...) y Los Pinos.

Acto seguido, mis amigos que estaban sentados en el banco conmigo comenzaron a gritar

- ¡¡¡Y La Asunción, La Asunción!!!

El presentador se hizo el sueco y comenzaron a cantar los diferentes grupos pero, por supuesto, faltaba el fin de fiesta: cuando el grupo vencedor se bajó del escenario y parecía que todo estaba acabado, el grupo de niños de la Asunción se subió al escenario y se marcaron una bulerías sin playback.

No se me olvidará en la vida a Jesús Flores cantando y Paco Manteca a su lado tocándole las palmas y jaleando.