La canasta del millón

Uno de los históricos del Poli es, sin duda, Luis del Volapie, Luis Lara o Luis de Pacote, del que ya hemos hablado aquí varias veces. Depende del ámbito en el que te muevas lo conocerás por un nombre distinto. Porque esta joyita surgida de los bajos fondos asuncionistas, lo mismo te imita a Samuel Eto'o en El Pelotazo, que te canta una saeta, que te escribe una crónica del Xerez CD en un diario de tirada estatal. Y encima, años atrás, era el portero titular del equipo de futbito del CD Asunción, desde las categorías inferiores hasta la absoluta. Es nuestro personaje del Poli más mediático (con el permiso de Fernandito Terremoto).

Vamos, que todo lo que toca lo convierte en oro -o en molleja, que de eso sabe un rato-. Quizá, los deportes jugados con las manos eran su punto débil pero, aún así, tuvo su momento de gloria, logrando una hazaña aún no igualada en el barrio:

Antecedentes para situarnos en la historia: Mediados de los 90. La NBA puso de moda la canasta del millón, consistente en regalar 1 millón de dólares a la persona del público que, elegida por sorteo, fuese capaz de encestar desde medio campo. La ACB modificó la idea aumentando la dificultad (y disminuyendo el dinero, claro... 1 millón de pesetas): había que encestar un tiro libre, un triple y una canasta desde medio campo en un minuto.

Momento de gloria: Obviamente, todas las chorradas deportivas no sólo eran comentadas en el Poli sino que, por supuesto, eran también llevadas a la práctica; y esta de la canasta del millón no podía ser menos. Algunos lo conseguimos (sí, yo también ¡!) tras numerosísimos intentos, pero lo que nadie se imaginaba es que Luís del Volapie, con esa mecanismo de lanzamiento tan sui generis, lo lograría... y a la primera... TODO: tiro libre, triple y medio campo. A-lu-ci-nan-te. Vamos que nos vamos.

Andy Warhol dijo una vez que todo el mundo debería tener derecho a 15 minutos de gloria. Luís, por su trabajo, tiene muchos más, pero ese día no necesitó 15, ni siquiera 1. Yo creo que si Warhol hubiera visto aquello, habría afirmado: "El que tiene arte, lo tiene para todo".