Voley

Exceptuando el fútbol, la fiebre por otros deportes suele venir acompañada de alguna hazaña en esa disciplina o de la eclosión de una nueva estrella. En los 80, el baloncesto fue un claro ejemplo de ello: Magic Johnson, Larry Bird y la plata olímpica del 84 pusieron de moda el deporte de la canasta en estas tierras siempre dominadas por el fútbol. El reinado de Jordan en los 90 y el boom de Gasol  y compañía son otros dos claros ejemplos de ello.

Por eso fue tan sorprendente que en el Poli, en los 90, un deporte muy secundario, sin grandes hazañas de la selección ni cracks mediáticos*, se extendiera por nuestro poli hasta tal punto que se incluyeron competiciones en varias verbenas. Me refiero al VOLEIBOL.

Era una locura: los viernes por la tarde, los sábados todo el maldito día y los domingos por la mañana nos los pasábamos jugando a voleibol.

Los primeros afectados por esta fiebre fueron los jugadores de baloncesto (había más afinidad que con el fútbol-sala: se jugaba con las manos y lo practica gente alta), pero pronto todo el mundo se unió: los de futbito, mi padre, los mormones...

No sólo era una locura por la cantidad de tiempo que pasábamos jugando, sino por lo patéticos que éramos la mayoría, exceptuando a algunos privilegiados como Jeromo, que era además, el experto en la materia. Cada vez que había alguna jugada dudosa (¡¡Retención¡¡, invasión, toque de red, le ha dado con el pie...) él tenía la última palabra. Digo que es una locura porque la baja calidad general propiciaba que nos pasáramos largos minutos sin ni siquiera poner el balón en movimiento: saques a la red, fuera de los límites, o incluso no llegar ni a tocar la red.

Pero sin duda, y creo que el éxito radicó ahí, la capacidad de mejora, aprendizaje y sobre todo, lo divertido que es ese deporte, fueron los factores clave para tan inmediato y demoledor éxito.

Lo primero que tuvimos que aprender fue a montar la red, y luego, a no "lanzarse" sobre ella ni tocarla demasiado porque volvía a caerse. Buena parte del tiempo de juego se perdía en volver a tensar la red.
Otra cosa que aprendes es a recepcionar adecuadamente, ya que si no lo hacías bien, las muñecas se te hinchaban. Creo que todos y todas que hemos jugado a voleibol en el Poli hemos pasado por esa experiencia.

Algunos, incluso, aprendimos a "trepar" por la puerta para subir al techo cada vez que se "embarcaba" un balón... y a deslizarnos por la farola en plan bombero para bajar.

-Niño, ¿tú no te subirás al techo cuando se embarca una pelota, no? -preguntaba mi madre-.
-¿Yo? Mamá, por favor...

Se me vienen a la mente muchas anécdotas y buenos momentos relacionados con el voleibol... ¿Alguien se anima a contar los suyos?

*Vale, Rafa Pascual era la estrella mundial, pero no era mediático: no se explotó su imagen en España, y casi todos los reconocimientos que recibía eran foráneos.

11 comentarios:

coopigran dijo...

RR

Javier dijo...

¿RR?

Coopigran...

Supongo que habrá sido un error informático, espero que puedas subir tu comentario¡¡

Miguel Angel Bueno dijo...

Amigo no olvides que el primero en pintar las lineas de las canchas del baloncesto del poli, "atiza", fue tu amigo Salvi Borrego "el 8".
No olvides los partidos de boley en la playa y en consecuencia los partidos de Futbol "americano" en el que le dabamos balonazos a mi hermano Ale.

Javier dijo...

jajajajaja, lo de Salvi no lo sabía¡¡¡ No sabía que él hubiese pintado las líneas... jope... él las líneas, tú las redes de cadenas... habéis construido la cancha entre todos¡¡¡ jajajajaja

Siempre me quedé con las ganas de ir a la playa con vosotros... yo no fui NUNCAAAAAA¡¡¡ Mi padre para eso es muy soso, y mi madre no se fiaba de dejarme con ustedes, jajajajaja.

Un abrazo, Migue.

Anónimo dijo...

tioooooooooooooooo acabo de desubrir por casualidad tus notas (vaya topico del copon jajaja pero es asi) y vaya rato mas bueno me he pasao leyendolas, sobre todo las historias del Poli, que buenos recuerdos tengo del Poli y de la Asunción. Mis abuelos vivian al otro lado de "la calle del estanco" como siempre la he llamao. Las ventanas traseras de la casa de mis abuelos daban al matadero, es decir, yo jugaba en la zona que quedaba entre el cuartel y la parte de atrás del estanco y el volapié (no se si me explico bien) Joe, que bien me lo he pasao juando por alli, ya que esa zona estaba "protegida" del trafico. Recuerdo que Luis del Volapie me enseño a jugar al futbol (y a muchos niños más), y me hizo del Madrid!!! jajajaja como lo lees, pero eso es otra historia jajajaj. De pequeño pase mucho tiempo en casa de mis abuelos pero no podia ir al Poli porque no me dejaban cruzar la calle del estanco, despues me distancié de esa zona de Jerez hasta que me mudé a Torrelobatón, que fue cuando por fin pude disfrutar del Poli, y de los piques en los partidillos a 2 goles con equipos fuera jajaja. Uffff!!! que cantidad de recuerdos me vienen a la cabeza, sobre todo de la Asunción, cuando era más pequeño... el juego de la lata (con una botella de lejia amarilla), el churro-pico-terna (o algo asi), de los "pinball" de madera, calvos y gomillas jajajaj ya te digo, muchos recuerdos.... que maravilla! muchas gracias!!!! por escribir esas historias, a ver si te animas y sigues obsequiandonos con esas perlas del pasado... si supieras el buen momento que me has hecho pasar!!! sniff voy a llorar y todo! jajajaja un abrazo.
Arturo.

Anónimo dijo...

Javi, un saludo, muy buenos recuerdos de todas las horas que hemos pasado en el poli y de las dos ligas consecutivas que ganamos, incluida aquella famosa en la Salle con Paco Copi de míster y Piñero, Drino, el Manoplasy compañía. A ver si te animas y escribes más. Un abrazo.

Unknown dijo...

Javi, no te olvides de que graia a tu padre era típico apostarse una casera.
Pedazo de trofeo para el ganador a las 2 de tarde en pleno verano!!!!

Javier dijo...

jajajaja, ciertoooooooooo¡¡¡ Jajajaja, las caseras del kiosco de la Chica, anda que no... ¿¿y te acuerdas Paco del día en que el Antoñito (un chaval que vivía en el bloque del Poli) cruzó la pista comiéndose un alfajor en el mes de mayo?? Yo estaba al lado tuya, y me acuerdo que tú dijiste... "Me has matao, picha" jajajajajajaja

Anónimo dijo...

Soy Juanca. Lo siento, pero yo era y soy de baloncesto, y cuando llegaba al poli, con todas las ganas del mundo de jugar y veía que no había nadie en las canastas y todo el mundo esperando para jugar al voley, me tocaba las narices, pero como todo, pasó la moda, jaja, y todo el mundo volvió al basket, menos mal.

Javier dijo...

Es verdad, tú no sucumbiste a los cantos de sirena de La Casera fresquita... Pero no me extraña, por algo eres John Paxson, del club de los pulcros, los aseados (Derek Fisher, Howard Eisley), por tanto no te podías salir del guión. jajajaja

Pero alguna vez sí que has jugado, eh? No quedaba otra, jugar o tirar solo a canasta. xD

Juanca Paxon dijo...

Del club de los pulcros, jaja, la madre que te trajo... No me llamaba mucho la atención el voley, cierto, pero es verdad que o te integrabas (aunque me resistía) o te volvías un poco marginado, y ponerte a tirar solo un día vale, pero un verano entero... Un saludo a todos